Bajo la guía de la KJF, esta línea de acción implica una serie de medidas específicas destinadas a restablecer el equilibrio de los ecosistemas montañosos generando un fuerte impacto local y en el territorio. La restauración de senderos, la retirada de infraestructuras abandonadas, la recuperación de espacios degradados y el marcaje adecuado de rutas son las principales acciones bajo esta línea de actuación.

¿Por qué es importante restaurar los senderos?

• Proteger hábitats naturales y biodiversidad: Restaurar los senderos ayuda a reducir el impacto humano en ecosistemas frágiles, preservando la fauna y la flora locales.
• Combatir la erosión del suelo y el drenaje del agua: Los senderos adecuadamente restaurados previenen la erosión y el flujo de agua dañino, protegiendo el suelo y las fuentes de agua cercanas.
• Apoyar actividades sostenibles: Mantener senderos seguros y accesibles fomenta la práctica responsable de actividades al aire libre y apoya las economías locales.
• Preservar el patrimonio cultural e histórico: Los senderos restaurados salvaguardan la importancia cultural e histórica de las rutas tradicionales.
• Fomentar la conciencia ambiental: La restauración de senderos involucra a la comunidad en los esfuerzos de conservación, fomentando un respeto más profundo y una conexión con la naturaleza.

Se organizarán acciones voluntarias para involucrar a la comunidad local en la restauración y preservación activa de los entornos naturales de montaña. Estas iniciativas están abiertas a individuos, empresas y otros grupos interesados, ofreciendo una oportunidad significativa para la participación directa en la conservación ambiental. La investigación ha demostrado que las actividades impulsadas por la comunidad no solo fomentan un sentido de responsabilidad compartida, sino que también fortalecen los lazos dentro de la comunidad, favoreciendo la protección a largo plazo de los ecosistemas locales.

La participación de voluntarios en los esfuerzos de restauración aumenta la conciencia sobre los problemas ambientales, creando embajadores de la sostenibilidad que llevan el mensaje más allá del evento. El voluntariado en entornos naturales ha demostrado estar vinculado a una mejora del bienestar, ya que los participantes adquieren un sentido de pertenencia, propósito y conexión con la naturaleza. El esfuerzo colectivo de restaurar senderos y áreas degradadas también establece un ejemplo poderoso para las generaciones futuras, enfatizando que el cambio es posible cuando las comunidades se unen por una causa común.